México enfrenta en estos momentos una terrible crisis de feminicidios. He estado leyendo historias terribles de las atrocidades a las que muchas de mis compatriotas se han enfrentado. A pocos días de la marcha y del paro de mujeres, he estado reflexionando de lo afortunada que he sido de no vivir en mi presente este tipo de experiencias tan terribles. Soy afortunada por suerte y porque mi suegra y mi madre son feministas.

Mi suegra tuvo una mamá valiente que rompió patrones de su época. Su fortaleza viene mucho de ella. Mi suegra es una mujer inteligente, profesionista y exitosa que laboró toda su vida. Además de la carga de trabajo, fue una mujer muy dedicada a su casa, a estar pendiente de sus hijos y atender a su marido. Y yo como su nuera estoy disfrutando los frutos de su feminismo:
- Mi suegra le enseñó a mi marido a respetar a todos. Pero a través de su fuerte ejemplo también le enseñó a respetar a las mujeres.
- Mi suegra no crió a un hijo inútil. En lo contrario crió a un hijo que podía valerse por sí mismo y que tenía que ayudar en todas las actividades de la casa como cualquier otro integrante.
- Mi suegra rompió con ideologías de género y enseñó a su hijo que las mujeres tienen la misma capacidad e inteligencia que los hombres.
- Mi suegra enseñó a mi esposo que la misoginia no tenía lugar en su casa.
Mi madre fue una feminista diferente a mi suegra. También con una mamá moderna (mi abuela) que rompió patrones para su tiempo. Mi mamá es una feminista que tuvo la oportunidad de elegir quedarse en casa para atender a sus hijas. Completamente dedicada a la crianza, a su esposo y a su casa. Sin embargo, en los tiempos de dificultad económica mi mamá hacía uso de sus estudios y de su talento para trabajar y ayudar económicamente a mi papá. Mi mamá es feminista y nos enseñó a mi hermana y a mí a:
- Valorarnos como mujeres y como personas. Trabajó en nuestra autoestima incansablemente.
- Invirtió junto con mi padre, en nuestra educación. Para siempre poder tener una manera de salir adelante.
- Mi mamá nos enseñó a no ser víctima de nadie, a defendernos y a luchar ante las injusticias.
- A confiar y desarrollar nuestra intuición, a ver las señales de alerta en nuestras parejas o pretendientes.
Mi papá también es feminista, porque su mamá a su modo le enseñó a serlo, a pesar de los paradigmas de su época. Mi papá no le tiene miedo a la cocina, ni a las actividades de la casa. Mi papá cree en la capacidad y en la igualdad de las mujeres. Mi papá es feminista y gracias a él:
- Aprendí como un hombre debe de tratar a las mujeres. El respeto y el amor a mi mamá fue una enseñanza diaria que siempre tuve en casa.
- Mi seguridad y autoestima son fuertes, pues siempre creyó en mí y en mi capacidad para realizar mis sueños.
El feminismo no tiene género, ni religión, ni ideología. No tiene forma y se puede expresar de múltiples maneras. El feminismo es una forma de vida donde el Respeto, la Equidad y la Libertad son fundamentales. Gracias a mis antepasados tengo la oportunidad de estar escribiendo estas palabras; cada generación antes de mí rompió parámetros y aportó en su época. En mí cae ahora la responsabilidad de transmitir lo que se me heredó y de aportar aún más. Por mi hija, mis futuras nueras y mis futuras nietas. Unámonos todos para crear un mundo más seguro y más justo para nuestras futuras generaciones.
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